CITA DE LA SEMANA

«PERO EN LA VIDA NO EXISTÍAN LOS ATAJOS,
Y TENÍAS QUE PAGAR POR TUS ERRORES.

SIEMPRE».
CODICIA, CAPÍTULO 1

16 oct 2010

Chat con J.R. Ward acerca de Crave 15/10/2010

He aquí lo poco que dijo de Ángeles Caídos. A pesar de que el chat debía tratar de Crave, se habló más de la Hermandad que de otra cosa:

- El tercer libro de los Ángeles Caídos se llamará ENVY y, en él, Jim regresará a Caldwell.

- EL protagonista de ENVY saldrá en LOVER UNLEASHED.

11 oct 2010

Publicación en Español de Ángeles Caídos

A raiz de un correo que me llegó de una de las seguidoras del blog y, por supuesto, de J.R. Ward, se me ocurrió plantear a Manderly la pregunta de si tenía propuesto publicar la serie de Ángeles Caídos en Español.

He aquí la respuesta:

Sí, aunque está por confirmarse la fecha. La información irá saliendo en nuestra página web.

Un cordial saludo,

Departamento editorial.

Espero que pronto se pueda confirmar alguna fecha y, sobre todo, que no se echen para atrás.

5 oct 2010

Cita nº.27

«—Sí, doña —gruñó—. Cualquier cosa que la señora quiera.

Y, luego, él procedió a darle todo lo que tenía... y todo lo que era y siempre sería.»

4 oct 2010

Cita nº.26

«—Te amo, Isaac —ella suspiró contra su garganta—. Pero más fuerte... te necesito para ser más fuerte.»

3 oct 2010

Cita nº.25

«—No está jodidamente muerto —dijo Jim mientras respiraba profundamente.»

2 oct 2010

Cita nº.24

«—Ten cuidado —le dijo él con voz ronca—. Te llamaré para que ambos sepáis cuando es bueno volver aquí.

No lloró ni protestó cuando el final llegó. Ella sólo asintió con la cabeza, giró sobre sus talones y se fue al coche de su padre.»

1 oct 2010

Cita nº.23

«Los ojos de ella se clavaron en él.

—No rompas mi corazón, Isaac Rothe. No te atrevas a romper mi corazón cuando sabes perfectamente que no debes hacerlo.»

30 sept 2010

Cita nº.22

«Subiendo a la cresta de la asfixia, tuvo un momento de total e involuntaria locura. Era, sin embargo, un caso de mente sobre cuerpo. Cuanto más rápido palpitaba su corazón, peor era la falta de oxígeno y el brillante y caliente destello de agonía dentro de su caja torácica. Reduce la velocidad, se dijo. Redúcela del todo. Simplemente redúuuucela...»

29 sept 2010

Cita nº.21

«Jim cerró los ojos y, en la parte posterior de sus párpados, vio a la encantadora inocente tensándose sobre esa bañera otra vez. Mierda, al infierno con salvar el mundo. Él deseaba haber podido cambiarse por ella.»

28 sept 2010

Cita nº.20

«Dios mío... él estaba enroscado sobre sí mismo, con el rostro contra el bicep, el brazo levantado y cubriéndose la cabeza, la mano magullada apoyada sobre el pelo. Respiraba con dificultad, subiendo y bajando los hombros.»

27 sept 2010

Cita nº.19

«Isaac dejó caer la cabeza y empezó a moverse, su cuerpo se balanceaba contra el de ella y la cabeza se le movía hacia arriba y hacia atrás en la almoada mientras él *EHRMMMMMMMEMMMMMMMMM creo que mejor edito esto!*. Deslizando las manos por la parte baja de la espalda de él, pudo sentir la creciente tensión en él... y no era el único que estaba acercándose a la liberación.»

Nota: lo que está entre asteriscos es un comentario de Ward.

26 sept 2010

Cita nº.18

«Abrió la boca para gritar, pero... se detuvo. Él tenía alas. Grandes alas que se levantaban por encima de sus hombros y brillaban más que la luz de la luna, hipnotizándole los ojos.»

25 sept 2010

Cita nº.17

«— Así que eso no va a pasar, chico grande —se aspetó Isaac a sí mismo. Frotándose los ojos, no podía creer que hubiese caído tan bajo como para estar hablando con su estúpido manubrio. O tratando de razonar con él.»

24 sept 2010

Cita nº.16

«Su polla se sacudió como una mano al ser llamada por el profesor, la erección toda eh-eh-eh-eh-yo-tengo-una-respuesta-para-eso»

22 sept 2010

Cita nº.15

«Jim murmuró algo en voz baja que sonó parecido, un poco tarde para eso. Pero, claramente, no lo había sido para las palabras...»

21 sept 2010

Cita nº.14

«Su voz tenía el mismo matiz de agotamiento que había tenido Jim hacía mucho tiempo.

— No dejes que te maten por mí, ¿de acuerdo?»

Extracto de CRAVE

Grier Childe se sentó frente a una mesa de acero inoxidable en una fría silla de acero inoxidable que estaba frente a otra silla de acero inoxidable. Todos los muebles estaban atornillados al suelo y los únicos accesorios eran la cámara de seguridad en la esquina y una bombilla en el techo dentro de una especie de jaula. Las paredes eran de bloques de hormigón que se había pintado tantas veces que parecía empapelado, y el aire olía a limpiador de suelo, a la colonia del último abogado que había estado en la sala y a cigarrillos viejos.

El lugar no podría ser más diferente de donde ella solía trabajar. Las oficinas en Boston de Palmer, Lords, Childe, Stinston & Dodd eran como un museo de muebles y obras de arte del siglo XIX. En Palmer, Lords, Childe, Stinston & Dodd, no había guardias armados ni detectores de metal ni nada atornillado en el lugar para que no fuese robado o derribado por alguien.

Allí los uniformes venían de Brooks Brothers and Burberry.

Ella había estado haciendo la defensa pro bono publico durante dos años y le había costado al menos doce meses quedar bien con la recepción, el personal y los guardias. Pero ahora era como la vieja casa de hace una semana cada vez que volvía y, honestamente, amaba a la gente.

Mucha gente buena hacía trabajos duros en el sistema.

Abriendo el expediente de su nuevo cliente, hizo un repaso de los cargos, la forma de admisión y el historial: Isaac Rothe, veintiséis años de edad, apartamento en la calle Tremont. Desempleado. Sin antecedentes. Detenido junto con otros ocho más como parte de una redada la noche anterior en un salón de juego y ring de lucha subterráneos. Sin necesidad de una orden porque los combates se estaban desarrollando en una propiedad privada. De acuerdo con el informe de la policía, su cliente estaba en el ring en el momento en que se infiltró la policía. Al parecer, el hombre con el que había luchado estaba recibiendo tratamiento en la Mass General…

Son las nueves de la mañana de un sábado… ¿sabes dónde está tu vida?

Bajando la cabeza, Grier cerró los ojos.

— Ahora no, Daniel.

Solo comentaba. Mientras la voz de su hermano muerto entraba y salía de su cabeza, el sonido sin cuerpo la hacía sentirse completamente loca. Tienes treinta y dos años y, en lugar de intimar con algún tío bueno, estás aquí en la estación de policía con un apestoso café…

—No tengo ningún café.

En ese momento, la puerta se abrió de par en par y Billy entró.

—Pensé que podrías querer algo para despertarte.

Bingo, dijo su hermano.

Cállate, le mandó con el pensamiento.

—Billy, eso es muy amable por tu parte —tomó lo que le ofrecía el supervisor, el calor de la taza de papel le quemó la palma.

—Bueno, ya sabes, es aguachirli. Todos lo odiamos —Billy sonrió—. Pero es una tradición.

—Cierto —frunció el ceño cuando él tardó en irse—. ¿Pasa algo?

Billy dio unas palmaditas en la silla vacía a su lado.

—¿Te importaría ponerte aquí?

Grier bajó la taza.

—Por supuesto que no, pero por qué…

—Gracias, querida.

Hubo un golpe. Claramente, Billy estaba dispuesto a cambiarlo todo y nada inclinado a darle explicaciones.

Empujando el informe a través de la mesa, Grier fue al otro asiento, de espaldas a la puerta ahora.

—Esa es mi chica —le dio un apretón en el brazo y salió fuera.

El cambio de posición significó que ella pudiese ver la aparición de su joven y querido hermano. Daniel estaba recostado en un rincón de la habitación, con los pies cruzados a la altura de los tobillos y los brazos entrelazados sobre el pecho. Su cabello rubio estaba limpio y brillante y llevaba un polo de color coral y unos pantalones madras.

Parecía un modelo no-muerto en un anuncio de Ralph Lauren.

Salvo que no le sonreía, como era su costumbre. Ellos quieren que él esté frente a la puerta para que el guardia exterior pueda mantener un ojo encima de él. Y no quieren que tú te quedes atrapada en la habitación. Es más fácil salir de esta manera si se pone agresivo.

Olvidándose de la cámara de seguridad y del hecho de que para los demás estaba hablando al aire, se inclinó unos centímetros.

—Nadie va a perder el control…

Tienes que salir de esto. Deja de tratar de salvar a la gente y consigue una vida.

—Aplícatelo tú. Deja de perseguirme y consigue una eternidad.

Lo haría. Pero tu no me dejarías ir.

En ese momento, la puerta de detrás de ella se abrió y su hermano desapareció.

Grier se puso rígida al oír el tintineo de las cadenas y el deslizamiento de píes.

Y entonces lo vio.

Santa… María… madre… de…

Lo que apareció fue un metro noventa de puro músculo. Su cliente estaba “vestido” con lo que debía ser el uniforme de prisionero y sus manos y sus píes estaban encadenados entre sí y unidos con una cadena de acero que subía por la parte delantera de sus piernas e iba hasta su cintura. Su rostro duro tenía el tipo de mejillas hundidas con cero grasa corporal y su pelo estaba cortado al estilo militar. Tenía algunos moratones alrededor de los ojos, una venda de color blanco brillante en la línea del pelo… y un color rojo vivo en el cuello, como si hubiese sido muy, muy maltratado recientemente.

Su primer pensamiento fue que… se alegraba de que el bueno de Billy McGray le hubiese hecho cambiar de silla. No estaba segura de cómo lo sabía, pero tenía la sensación de que si su cliente lo quisiese, podría coger a Shawn C. en un abrir y cerrar de ojos… a pesar de los puños y del hecho de que el guarda estuviese configurado como un bulldog y tuviese años de experiencia en manejar a hombres grandes y volátiles.

Los ojos de su cliente no se encontraron con los suyos, se quedaron clavados en el suelo mientras el guarda lo empujaba hacia el espacio hermético entre la silla vacía y la mesa.

Shawn C. se inclinó al oído del hombre y le susurró algo.

Gruñendo algo, así estaba mejor.

Entonces, el guarda miró a Grier y sonrió con fuerza, como alguien que no le gusta auqellos, pero que va a ser profesional.

—Ey, estaré detrás de la puerta. ¿Necesitas algo? Solo grita y yo estaré aquí —en voz baja dijo—. Te estoy observando, chico.

Por alguna razón, ella no se sorprendió por las precauciones. Sentado frente a ella, su cliente la hizo desconfiar. No podía imaginarlo moviéndose por la cárcel.

Dios, él era grande.

—Gracias, Shawn —dijo en voz baja.

—No hay problema, señora Childe.

Y entonces ella se quedó sola con el señor Isaac Rothe.

Examinando el tamaño de sus enormes hombros, Grier advirtió que él no estaba crispado o inquieto, lo que tomó como una buena señal –nada de metanfetamina o coca en su cuerpo, esperanzador. Y él no la miraba de forma inapropiada ni echaba vistazos a la parte delantera de su traje ni se lamía los labios.

En realidad, él no miraba a nadie, sus ojos estaban fijos en la mesa delante de él.

—Soy Grier Childe… me han asignado su caso —cuando él no levantó la mirada ni hizo ningún gesto, siguió—. Cualquier cosa que me diga es confidencial, lo que significa que, dentro de los límites de la ley, no voy a revelárselo a nadie. Además, esa cámara de seguridad de allí no tiene señal de audio, así que nadie más puede oír lo que me diga —ella esperó… y él siguió sin responder. Estaba allí sentado, respirando de forma regular, con las manos esposadas sobre la mesa y el enorme cuerpo acomodado en la silla.

En la primera reunión, la mayoría de los clientes que había tenido se habían mostrado de dos formas: encorvados y hoscos o indignados y ofendidos, con una cháchara incesante. Él no. Su columna vertebral estaba recta como una flecha y él estaba totalmente alerta, pero no decía ni una palabra.

Se aclaró la garganta.

—Los cargos en su contra son graves. El tipo con el que estaba luchando fue enviado al hospital con una hemorragia cerebral. En este momento, tienes los de asalto en segundo grado e intento de asesinato, pero si muere, serán el de asesinato en segundo grado u homicidio.

Nada.

—Señor Rothe, si me lo permite, ¿podría hacerle algunas preguntas?

No hubo respuesta.

Grier se echó hacia atrás.

—¿Puede oírme?

Sólo cuando le preguntó si tenía alguna discapacidad no revelada, habló.

—Sí, doña.

Su voz era tan profunda y contenida que ella dejó de respirar. Esas dos palabras fueron pronunciadas con una suavidad que estaba en total desacuerdo con el tamaño de su cuerpo y la dureza de su rostro. Y su acento… vagamente del Sur, decidió.

—Estoy aquí para ayudarle, señor Rothe. Usted me entiende, ¿verdad?

—Sin faltar al respeto, doña, pero no creo que pueda hacerlo.

Definitivamente del Sur. Maravillosamente del Sur, como una cuestión de hecho.

Moviendo la cabeza, dijo:

—Antes de despedirme, me gustaría sugerirle que considerara dos cosas. En este momento, no hay ninguna fianza fijada para usted, por lo que vas a quedarte estancado aquí mientras tu caso avanza. Y eso podría durar meses. Además, nadie que represente la verdad tiene un tonto como cliente –eso no es solo un dicho. No soy el enemigo. Estoy aquí para ayudarle.

Él finalmente la miró.

Sus ojos eran del color del hielo en las ventanas de cristal y estaban teñidos con la sombra de los hechos que habían manchado su alma. Y mientras esa mirada triste, aburrida y cansada la atravesaba, se le congeló el corazón: supo al instante que él no era un matón callejero.

Era un soldado, pensó. Tenía que serlo –su padre tenía esa misma mirada en los ojos durante las noches tranquilas.

La guerra hace eso a la gente.

—¿Irak? —preguntó en voz baja—. ¿O Afganistán?

Sus cejas se alzaron un poco, pero esa fue la única respuesta que obtuvo.

Grier tocó su archivo.

—Déjeme conseguir su libertad bajo fianza. Empecemos por ahí, ¿de acuerdo? No tiene que decirme nada acerca de por qué fue detenido o lo que pasó. Sólo necesito saber sus lazos con la comunidad y dónde vive. Sin antecedentes anteriores, creo que tenemos que intentar…

Se detuvo al darse cuenta de que él había cerrado los ojos.

Está bien. Era la primera vez que uno de sus clientes se echaba la siesta en medio de una reunión. Quizá Billy y Shawn C. tenían menos de qué preocuparse de lo que pensaban.

—¿Le estoy aburriendo, señor Rothe? –preguntó tras un momento.

* * * *

No. No lo creo.

La voz de su abogada de oficio era una especie de canción de cuna para los oídos de Isaac, su aristocrática inflexión y su perfecta gramática lo relajaron tanto que sintió un extraño miedo de ella. Realmente, había cerrado los ojos porque ella era demasiado hermosa para la vista, pero había habido un beneficio adicional con las luces apagadas. Sin la distracción de su perfecto rostro y su inteligente mirada, era capaz de concentrarse plenamente en sus palabras.

La forma en que hablaba era poética. Incluso para un tipo que no estaba habituado a los corazones y a las flores.

—Señor Rothe.

No era una pregunta, era una demanda. Era evidente que ella estaba harta de su culo.

Levantando los párpados, sintió el impacto de su golpe en el esternón –y trató de decirse a sí mismo que estaba teniendo una impresión tan grande porque hacía años que no estaba junto a una verdadera dama. Después de todo, la mayoría de las mujeres con las que había follado o trabajado habían sido ásperas, igual que él. Así que esa preciosidad perfectamente peinada, bien educada y exóticamente perfumada sobre la mesa era una especie de anomalía sorprendente.

Dios, ella probablemente se desmayaría si le viese el tatuaje.

Y correría gritando si ella supiese lo que había estado haciendo para ganarse la vida durante los cinco últimos años.

—Déjeme intentar conseguir la libertad bajo fianza —repitió—. Y luego ya veremos dónde estamos.

Él tuvo que preguntarse por qué ella se preocupaba tanto por un fregado que nunca había conocido antes, pero había una determinación indiscutible en sus ojos y quizá eso lo explicara: claramente, ella estaba exorcizando alguna clase de demonio estando aquí con la gentuza. Tal vez un caso de rica-culpabilidad. Tal vez era algo religioso. Fuera lo que fuese, estaba condenadamente decidida.

—Señor Rothe. Déjeme ayudarle.

Por eso no quería que se viese envuelta en su caso… pero si pudiese ponerlo en libertad, él podría desconectar e ir, sin duda, al lugar más seguro del mundo: su antiguo jefe no tendría problemas para enviar a un hombre a esta cárcel bajo la acusación de asesinato bajo las narices de los guardas.

Para Matthias, eso sería un juego de niños.

Isaac sintió que su conciencia, que había estado durante mucho tiempo en silencio, lanzaba un grito, pero la lógica era buena: ella parecía la clase de abogado que podía conseguir hacer cosas en el sistema y, por mucho que odiara su participación en el lío que estaba metido, él quería seguir con vida.

—Estaría muy agradecido si pudiese hacer eso, doña.

Ella respiró hondo, como si estuviese tomando un descanso en medio de un maratón.

—Bien. Muy bien, entonces. Ahora, aquí dice que vive en Tremont. ¿Cuánto tiempo ha estado allí?

—Poco más de dos semanas.

Supo por la forma en que ella levantó las cejas que eso no le ina a ayudar mucho.

—¿Está usted desempleado?

El término técnico era ASP (ausente sin permiso), pensó él.

—Sí, doña.

—¿Tiene familia? ¿aquí o en otro lugar del estado?

—No —su padre y sus hermanos pensaban que estaba muerto y eso era muy bueno para él. Y para ellos también, con toda probabilidad.

—Al menos, no tiene antecedentes —ella cerró el archivo—. Voy a ir frente al juez dentro de media hora. La libertad bajo fianza va a ser cara… pero conozco a algunos financieros que pueden poner el dinero.

—¿Cuánto cree que será?

—Veinte mil… si tenemos suerte.

—Puedo cubrirlo.

Frunció el ceño y volvió a abrir su expediente, echando un segundo vistazo a sus papeles.

—Usted dijo aquí que no tiene ingresos ni ahorros.

Como él se quedó tranquilo, ella no le dio más gas y no pareció sorprendida. Sin duda, estaba acostumbrada a que la gente como él mintiese pero, por desgracia, estaba dispuesto a apostar su vida a que lo que él le estaba haciendo aguantar a ella era mucho más de lo que una buena samaritana como ella usualmente soportaba.

Mierda. En realidad, estaba apostando la vida de ella en esto, ¿no? Matthias lanzaba una amplia red a la hora de las tareas y cualquier persona de píe junto a Isaac corría el riesgo de estar en el punto de mira.

Excepto una vez que estuviese fuera, ella nunca volvería a verlo.

—¿Cómo está tu cara? —preguntó después de un momento.

—Muy bien.

—Se ve como si doliese. ¿Quieres una aspirina? Tengo unas pocas.

Isaac se quedó mirandose las manos reventadas.

—No, doña. Pero gracias.

Oyó el clip-clip de sus tacones altos cuando ella se puso de píe.

—Volveré después de que…

La puerta se abrió y el musculoso que lo había traído entró.

—Me voy a hablar con el juez —le dijo al guarda—. Y él es un perfecto caballero.

Isaac se enderezó, pero no prestaba atención al guarda. Miraba a su abogada de oficio. Caminaba incluso como una dama…

El guarda tiró duramente de su brazo.

—No la mires —le dijo—. Chicos como tú no deberían mirar a alguien como ella.

El agarre de muerte de Mr. Manners fue un poco molesto, pero compartió la opinión del HDP (hijo de puta).

Incluso si hubiese trabajado como jardinero y hubiese tenido nada más que un par de infracciones, hubiese estado en alguna parte cerca de esa liga de mujer. Demonios, ni siquiera jugaban al mismo deporte.


© Copyright 2010 by Jessica Bird

20 sept 2010

Cita nº.13

«Jim se dejó llevar por una lógica que el otro hombre pudiese creer... y que además fuese la verdad; no sólo la única.

— Te lo debo. Tú lo sabes. Te lo debo por esa noche.»

19 sept 2010

Cita nº.12

«—¿Qué estás pensando, Jim? —los pálidos ojos del tipo estaban embrujados—. Estabas fuera. Eras libre. Fuiste el único que escapó. ¿Por qué querrías volver al infierno?»

17 sept 2010

Cita nº.11

«—Puedes bajar esa voz tan apetecible»

*Nota: He tenido problemas con la traducción de esta cita. Pido disculpas de antemano por si no está bien!

16 sept 2010

Cita nº.10

«Nigel. El rey de las pollas Nigel. Señor yo-nunca-he-roto-un-plato.»

15 sept 2010

Cita nº.9

«¿Qué tipo de querra estaban luchando? pensó Isaac. ¿Había otra organización después de XOps? Siempre había asumido que Matthias era el más sospechoso entre los sopechosos. Pero a lo mejor había otro nivel. Tal vez era así como Jim había salido.

— ¿Dónde está Heron? —preguntó.»

14 sept 2010

Cita nº.8

«— No puedo perderte a ti también. Oh, Dios, Grier... no puedo perderte. Y él lo hará. Ese hombra tomará tu vida en un abrir y cerrar de ojos.»

13 sept 2010

Cita nº.7

«El padre de ella dejó escapar un profundo suspiro.

— Aléjate... de mi hija»

12 sept 2010

Cita nº.6

«Cuando su padre desapareció, Grier miró a Isaac mientras se abrazaba a sí misma con los brazos y se le oscurecían los ojos.

— ¿Esto es una adiós para ti y para mí? ¿Esta noche? ¿Aquí y ahora? »

11 sept 2010

Cita nº.5

«— Tengo que ir—dijo con brusquedad. En realidad, tenía que ir... dentro de ella. Pero eso no iba a ser parte del asunto. Incluso si tenía que cortarse su propia polla y enterrarla en el hermoso patio trasero de ella.»

10 sept 2010

Cita nº.4

«— Todo lo que puedo decir es que..., en este momento, él desearía estar.»

9 sept 2010

Cita nº.3

«— Ya sabes, para tu información, la gente piensa que él está muerto.»

8 sept 2010

Cita nº.2

«En el quieto silencio de la casa, con la barriga llena con la comida que ella le había preparado y bebiéndosela con los ojos… las cosas pasaron de complicado a completamente caótico.

Él la deseaba. Con un hambre que iba a ponerlos a ambos en un maldito aprieto.

— ¿Isaac?»

Chat para el viernes 15 de Octubre

Se ha organizado un nuevo chat, a razón de la publicación de CRAVE, que será el próximo 5 de Octubre.

Viernes, 15 de Octubre a las 8PM EST (a las 2 de la madrugada en horario español). Por supuesto, estaré allí y os traeré lo que se diga.

Cita nº.1

«Isaac Rothe estaba de píe solo en la esquina más alejada y, aunque los separaba los eslabones de la cadena de la jaula, no hubo error sobre quién se trataba… ni redujo el impacto de verlo: era una amenaza, su tamaño y la dura expresión de su rostro convertía a los otros hombres en pequeños niños. Y, mientras que ella había sido golpeada por su cortesía y de vuelta a la cárcel, ahora tenía una imagen real de quién era.

El hombre era un asesino.

Su corazón latía rápido, pero no se tambaleó. Ella estaba aquí para hacer un buen trabajo, y maldita sea, iba a hablar con él ...»

17 jul 2010

Otro pedacito de CRAVE

«Su mano enjabonada vagaba por donde no debía, yendo entre sus muslos y barriendo la parte inferior de su erección.

— Joder —apretó los dientes cuando deslizó la mano hacia abajo, la fricción se intensificó…

Se obligó a desviar esa maldita mano. Y terminó de lavarse el pelo tres veces en un intento por mantenerse ocupado. Llevando así el infierno fuera. Por supuesto, la mejor solución era salir de la privacidad y la calidez seductora de la ducha, pero no podía convencer a su cuerpo para que se dirigiese a la alfombra de baño.

Antes de darse cuenta, su erección estaba hacienda la cosa del imán-al-acero y la palma de su mano trataba de regresar a casa… y él abandonó la lucha.

Sucio. Lascivo. Cabrón.

Sin embargo, se sentía demasiado bien ese agarre que él imaginó de ella y esa sujeción, que se deslizaba y se enroscaba en la punta.

Además, ¿cuáles eran sus opciones? ¿tratar de ignorarlo? Sí, claro. Tiró de los pantalones del pijama, iba a ser un Barnum & Bayle obsceno –una tienda de campaña y algo más. Y tenía que ir a verla antes de que estallase.»

Pedacito de CRAVE

Ward prometió colgar algo de CRAVE como disculpa por haber estado ausente y ha cumplido su promesa. Aquí esta:

«— ¿Estás loco?

— Sí. Demente —él la cogió y apuntaló su peso, manteniéndose cerca… lo suficientemente cerca como para que ella pudiese asestarle una buena si quería—. Voy a ser tu saco de boxeo, tu chaleco Kevlar, tu guardaespaldas… Haré cualquier cosa para ayudarte a conseguir esto.

— Estás loco —suspiró ella.

Cuando ella lo miró toda sonrojada y ardiente, el calor en la sangre de él aumentó… y los llevó a un territorio aún más peligroso.

Joder, ¿realmente necesitaba ponerse cachondo? Ahora no era el momento ni el lugar.

Así que, naturalmente, él le preguntó:

— Qué vas a hacer... ¿Quieres golpearme o besarme?»

13 jul 2010

Noticias Exprés

Desde su foro, la Ward pide disculpas por haber estado ausente, pero explica que ha sido debido a que justo cuando estaba terminando el esquema de LOVER UNLEASHED le llegaron las galeras de CRAVE.

Vemos que ha estado muy ocupada, pero promete volver pronto (si todo va bien el jueves) y además comenta que posiblemente el viernes nos sorprenda con una de las lineas más calientes de CRAVE como disculpa por su ausencia.

¿Qué podemos sacar de todo esto?

1. Ya falta menos para que CRAVE salga del horno.

2. Falta menos para que se ponga a escribir LOVER UNLEASHED ¡Ya tiene el esquema!

Pero, como siempre, nos toca armarnos de paciencia.

1 jul 2010

02. Deseo


Siete pecados capitales. Siete almas que deben ser salvadas. Una batalla más sin restricciones entre un ángel caído con un corazón endurecido y un demonio con todas las de perder.

Isaac Rothe es un soldado con un pasado oscuro y un futuro sombrío. Se encuentra entre rejas por luchar de forma ilegal y su destino está en manos de la magnífica abogada Grier Childe. La ardiente atracción que Isaac siente por ella sólo le puede traer problemas –y eso es antes de que Jim Heron le diga que su alma está en peligro.

Atrapado en un juego perverso con el demonio que sigue a Jim, Isaac debe decidir si el soldado que hay en él puede creer que el verdadero amor es el arma definitiva contra el mal.

4 abr 2010

Adrian es... HOT!!!!!

Sí, amantes de los libros de nuestra querida Ward, eso es lo que ella dice acerca de Adrian. Que es "total y completamente... REALMENTE CALIENTE". Pero que al mismo tiempo está maldito (una que se apunta a quitarle la maldición).

Algo sobre lo que insiste, pero que no aclara, es ¿qué hizo con Devina? Supongo que será un secreto mejor guardado que las joyas de la corona y que nos lo desvelará ni más ni menos que cuando ella crea conveniente (probablemente cuando nuestras uñas hayan dado paso a muñones). Hasta ahora sólo dice que "prácticamente, sacar toda la mierda fuera"

Y a la pregunta de si "¿sabremos algo sobre esto en Crave?", ella no responde absolutamente nada.

Conclusión: QUIERO EL LIBRO YA!!!

26 mar 2010

Fecha de publicación de Crave

Será en Octubre, por ahora el día 5, aunque esa fecha puede cambiar. De ser así, ya os avisaríamos.

Ward dice que ya tiene la portada y que es muy muy caliente! Nada más la cuelgue, la compartiremos con vosotros.

Cameos y guiños a la Hermandad en Covet

1. Cuando Marie-Terese sale de su clase de apoyo se tropieza con Phury.

Al salir al vestíbulo, vio a otras personas agrupándose para la siguiente reunión de la noche que, según había oído, era de un grupo de Narcóticos Anónimos que recientemente había empezado a reunirse en St. Patrick. Todo el mundo era cordial, los dos grupos de personas atribuladas que se mezclaban en el momento de traspaso de la habitación.

Estaba buscando las llaves del coche en el bolso…

…cuando tropezó con una pared que en realidad era un hombre.

—¡Oh, lo siento mucho! —Levantó la mirada, arriba muy arriba, hacia un par de ojos leonados—. Yo, er...

—Tranquila. —El hombre la estabilizó y le dirigió una pequeña y gentil sonrisa. Su cabello era tan espectacular como esa mirada amarilla, era de todos los colores y parecía fluir sobre sus enormes hombros—. ¿Está bien?

—Ah... —Le había visto antes, no sólo en ese vestíbulo sino también en el ZeroSum, y le había maravillado su aspecto irreal, pensando que tal vez fuera modelo. Y naturalmente, parte de ella se preocupaba porque él sabía lo que ella hacía para vivir, pero nunca pareció sentirse incómodo con ella y tampoco nunca se había mostrado desagradable en lo más mínimo.

Además, si asistía a NA, debía tener algunos demonios propios que afrontar.

—¿Madame? ¿Hola?

—Oh... Dios, lo siento. Sí, estoy bien... Realmente debería mirar por dónde voy.



2. Cuando Marie-Terese va a la Catedral de St. Patrick a confesarse, ve a un hombre en la ultima fila que lleva una gorra de los Red Sox. Sin duda, Butch:

El crujido de una puerta detrás de ella le alteró los nervios, pero cuando miró sobre el hombro, no vio a nadie cerca. Como era habitual, la iglesia y todos sus bancos estaban sustancialmente vacíos, solo había dos mujeres con velos negros rezando en la parte delantera y un hombre con una gorra de los Red Sox poniéndose de rodillas en la parte de atrás.


3. El abogado de Vin, Mick Rhodes, es el amigo de Claire en "La Historia del hijo".

Dentro de la habitación de interrogatorios, Mick Rhodes estaba recostado contra la pared más alejada, con los zapatos de cordones con costura inglesa cruzados y un traje de doble solapa del estilo de los que el Sr. Personalidad también hubiera aprobado.

4. Guiño al malestar de V en Amante Desatado por culpa del Demerol.

Por instinto Vin inmediatamente, quiso erguirse en la camilla, pero no le salió muy bien. Cuando su hombro soltó un grito agudo como el de una soprano, tuvo que cerrar la garganta para evitar vomitarse encima… pero al menos no era debido al Demerol.

5. Vin tiene el duplex en Commodore, el mismo edificio donde V y Rehv tienen uno.

El dúplex que Vin tenía en el Commodore abarcaba todo el piso veintiocho y todo el veintinueve de la lujosa torre, haciendo un total de diez mil metros cuadrados. Contaba con seis dormitorios, departamento de servicio, una habitación para hacer ejercicio y una sala de proyecciones. Ocho cuartos de baño. Cuatro plazas en el estacionamiento subterráneo. Y en el interior todo era exactamente como él quería, cada pieza de mármol, losa de granito, centímetro de tela, plancha de madera, metro de alfombra… todo ello había sido escogido por él mismo entre lo mejor de lo mejor.

Los angelitos tienen... ¡alas!

Eddie las tiene, Adrian las tiene... Jim también las debe de tener. Son de un color verdaderamente interesante. Son blancas, pero ¿alguna vez habéis visto cuando la luz recae sobre una superficie blanca y hay como un reflejo de arco iris? Pues son como eso. Como ese resplandor de arco iris.

Ward dice que es un poco chocante ver algo tan hermoso... unido a un tipo con una pistola en la mano.

Crave

Ese va a ser el nombre del segundo libro: CRAVE. J.R. Ward ya ha dado algunos detalles sobre los protagonistas y nosotras os los traemos.

Él se llamará Isaac Rothe. Es un mestizo, un guerrero, un hijo de puta y un sociopata según palabras de la propia autora.

Ella se llamará Grier Childe. Ella es WASP (es decir, una niña bien: bonita, lista y educada), también es abogada, aunque Ward especifica que no tiene ningún palo metido en el culo.

25 mar 2010

01. Codicia


Redención no es una palabra que Jim Heron conozca muy bien. Más bien su especialidad es la venganza y el pecado su amigo más cercano. Pero todo cambia cuando se convierte en un Ángel Caído y se le encomienda la tarea de salvar a siete personas de los siete pecados capitales... y el fracaso no está permitido.

Vin diPietro hace mucho tiempo que vendió su alma por sus negocios, y es el mejor en su profesión... hasta que el destino se interpone en la forma de un rudo motero que se ha autoproclamado su salvador. Y entonces conoce a una mujer que le hará cuestionarse su destino, su cordura y su corazón... y tendrá que unir fuerzas con un ángel caído para ganársela y redimir su alma.

Información extraida de Autoras en la sombra

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